Envases activos

¿Qué son los envases activos y qué tipos hay?

Los envases activos prolongan la vida útil de los alimentos al modificar el ambiente dentro del empaque

A diferencia de los envases convencionales, estos actúan directamente sobre la carga controlando gases, humedad y microorganismos, ayudando a conservar la calidad durante el transporte de alimentos desde el origen hasta el destino.

La agroindustria chilena, especialmente en el rubro exportador, ya cuenta con estas soluciones para responder a exigencias internacionales y reducir mermas por deterioro durante el transporte.

Cómo actúan los envases activos dentro del sistema de conservación

Los envases activos en alimentos funcionan gracias a componentes incorporados en el material del envase o añadidos como dispositivos internos, que modifican el entorno del alimento. 

Por ejemplo, eliminan el gas de etileno que acelera la maduración o capturan oxígeno para frenar la oxidación.

Estos elementos pueden estar incorporados en el material del empaque o presentarse como dispositivos internos, como los absorbentes de dióxido de carbono y el absorbente de oxígeno, que protegen la calidad del contenido.

Esta acción permite mantener las propiedades organolépticas de los alimentos sin necesidad de añadir conservantes, mejorando su conservación y reduciendo el riesgo de alteraciones microbiológicas o de oxidación.

Este principio de acción interna permite que el alimento mantenga sus propiedades por más tiempo, sin añadir conservantes directamente sobre el producto.

Tipos de envases activos según su función

Según su efecto, los envases activos pueden clasificarse en varias categorías aplicadas en la conservación de frutas, hortalizas y otros productos sensibles:

  • Absorbentes de oxígeno: capturan el oxígeno dentro del envase para ralentizar procesos de oxidación y evitar el crecimiento de mohos aeróbicos. Un ejemplo es el sobre D-OX® AS, utilizado en alimentos de humedad media a alta como pastelería, carnes curadas y frutos secos.
  • Absorbentes de humedad: mantienen buenos niveles de humedad en el interior del empaque, protegiendo productos frescos que son sensibles a la deshidratación o la condensación.
  • Liberadores de compuestos activos: emiten sustancias antioxidantes o antimicrobianas que refuerzan la protección de los alimentos durante su almacenamiento o transporte.
  • Absorbentes de olores: capturan compuestos volátiles indeseados, mejorando la calidad sensorial, especialmente en cargas mixtas.
  • Absorbentes de líquidos:  retienen exudados naturales, mejorando la higiene y presentación del producto.
  • Filtros de gases en contenedores: instalados en sistemas de ventilación de contenedores refrigerados para controlar la atmósfera interna y proteger la carga durante la exportación.
  • Sistemas de monitoreo: permiten registrar en tiempo real condiciones como temperatura o concentración de gases, garantizando la trazabilidad de la conservación.

Cada una de estas soluciones responde a necesidades específicas del proceso poscosecha y pueden combinarse según el tipo de carga, las condiciones logísticas y el mercado de destino.

Aplicaciones de envases activos según el tipo de producto

En diversos sectores productivos, el uso de envases activos se ha consolidado como una solución para extender la vida útil de los productos y mantener su calidad durante el almacenamiento y transporte.

Estos sistemas se utilizan en productos frescos mínimamente procesados, como verduras peladas o cortadas, donde controlar la humedad y los niveles de oxígeno es fundamental para evitar la descomposición y el crecimiento microbiológico. 

También son comunes en el envasado de frutos secos, alimentos para mascotas y productos farmacéuticos, donde el exceso de humedad o la presencia de oxígeno pueden comprometer la estabilidad del producto.

Las tecnologías activas, como los absorbentes de humedad, CO₂ y O₂, se integran en formatos como bandejas, liners o bolsas, adaptadas al tipo de producto, volumen y destino. 

Esto permite ajustar la atmósfera interna del envase según las necesidades específicas de conservación.

Innovaciones en monitoreo

Hoy, los empaques activos e inteligentes incorporan tecnologías que conservan, pero que monitorean en tiempo real. Por ejemplo, sensores que indican si se rompió la cadena de frío o si aumentó la concentración de gases.

Esta evolución para la conservación de alimentos permite anticipar riesgos antes de que el producto se deteriore. Esto resulta especialmente útil en productos de alto valor o con rutas extensas, como berries exportados a Asia.

Normativas que regulan el uso de materiales activos

Todos los materiales activos deben cumplir con normativas de contacto alimentario vigentes en mercados de exportación como Estados Unidos, Europa y Canadá.

La selección de cada material se basa en su compatibilidad con alimentos frescos, su migración controlada y la trazabilidad de su origen.

En AgrisalePro garantizamos con nuestros productos que cada carga cumpla estrictamente con las regulaciones requeridas para su uso seguro en la agroindustria de exportación.

Ventajas competitivas en mercados internacionales

El uso de estos envases otorga beneficios directos a exportadores:

  • Mejora el cumplimiento de condiciones de recepción en destino.
  • Amplía la ventana de comercialización del producto.
  • Reduce la merma por deterioro o sobremaduración.
  • Aumenta la percepción de valor del producto.
  • Permite innovar sin modificar el alimento en sí.

Estas ventajas se reflejan en menos rechazos en el destino, mayor retorno comercial y un posicionamiento técnico más sólido ante clientes internacionales.

Gestión adecuada en cadenas de exportación

Incorporar envases activos no se limita a ser usado por un producto específico. Requiere comprender cómo interactúan el alimento, el empaque y el entorno en su conjunto. 

Para elegir la solución adecuada, las empresas deben considerar la sensibilidad fisiológica del producto, el tipo de empaque, la duración del trayecto y las condiciones del transporte.

Por ejemplo, una fruta climatérica exportada en contenedor refrigerado puede requerir sachets de etileno combinados con filtros en ventilación. En cambio, una hortaliza envasada en bolsa puede necesitar control de humedad y baja permeabilidad al gas.

Al usar este tipo de soluciones, las empresas aumentan el control sobre la calidad final, disminuyen las pérdidas y ganan eficiencia.

En AgrisalePro llevamos más de 30 años desarrollando soluciones para la poscosecha. Nuestro enfoque combina experiencia, respaldo normativo y adaptabilidad. 

Porque trabajamos con exportadores que valoran la trazabilidad, la calidad en trayecto al destino y la eficiencia en cada etapa de la cadena, contáctenos.

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